Benedicto XVI dejará el pontificado a final de mes. El 28 de febrero, el obispo de Roma renunciará, según anunció él mismo durante el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto. Lo hace, como ha comentado, por «ingravescentem aetatem», es decir, por su edad avanzada. Joseph Ratzinger se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo cuando comience la Sede Vacante.

A partir del 28 de febrero a las 20:00 horas, la Iglesia estará gobernada por el Colegio de Cardenales. En no más de veinte días se celebrará el Cónclave que elegirá al nuevo Pontífice, con una mayoría de dos tercios.

Durante el tiempo de transición, tiempo de «sede vacante», no se toman decisiones trascendentes. Pero para el día a día, es el Colegio de Cardenales quien se ocupa de la rutina y de lo que no puede aplazarse en el tiempo. No tiene potestad o jurisdicción sobre cuestiones que corresponden al Santo Pontífice. Hay dos tipos de reuniones durante este tiempo de espera: las congregaciones generales, que celebra el Colegio de Cardenales y en las que se deciden los asuntos más importantes; y la Congregación Particular, formada por el cardenal Camarlengo y otros tres asistentes.

Desde la renuncia, el 28 de febrero, los cardenales tienen hasta quince para reunirse y, en caso de un motivo grave, se puede retrasar la elección unos días más. Pero como máximo veinte días. Después de ese tiempo, los cardenales electores presentes están obligados a proceder a la elección.

Todo el mundo confía, que para las celebraciones de Semana Santa, ya hayamos oído el “Habemus Papam”

Este es el enlace del Vaticano, donde está el texto íntegro del Papa, en su renuncia.

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2013/february/documents/hf_ben-xvi_spe_20130211_declaratio_sp.html